Angiomas

Son lesiones que aparecen en el nacimiento y luego desaparecen en el correr de los primeros años. Pueden ser superficiales o cavernosas y consisten en dilataciones de los vasos sanguíneos, produciendo manchas en la piel que varían desde el rosado hasta un color vino oporto. Son visibles en cualquier parte del cuerpo: boca, nariz, cara, brazos y piernas. Su origen puede ser congénito o adquirido.

Existen distintos tipos de tratamientos: quirúrgicos, con láser, sustancias esclerosantes o la combinación de algunos de estos.

El láser permite, mediante la realización de sesiones sucesivas, eliminar la lesión y devolver un aspecto normal a la piel. El número de sesiones irá variando de acuerdo al tamaño del angioma.

Con respecto a las sustancias esclerosantes la situación es similar, la cantidad de sesiones dependerá del tamaño del angioma.

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